Yolanda V. A., gallega de 33 años, abrió Internet para ojear su cuenta bancaria y se llevó un disgusto terrible. Alguien le había sacado 3.252 euros y los había transferido a la cuenta de un desconocido en Madrid. Nerviosa, miró también la cuenta de sus padres, en la que ella tiene firma autorizada, y faltaban otros 18.000 euros. La policía identificó rápido al receptor de las transferencias, pero ya era tarde: el dinero estaba en Ucrania. En los bolsillos de una de las sofisticadas mafias que infectan con virus malignos virus miles de ordenadores y se apoderan de dinero de las cuentas on line. Fuente
Imagen de: http://websecuritytips.net/real-world-issues/phishers-everywhere/
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